Una de las grandezas del baloncesto es que sólo vale la ley de la pista. Que por muchos análisis teóricos, por muchos nombres propios que se escriban sobre un papel, por muchos castillos imaginarios que se construyan, lo único que manda realmente es lo que sucede sobre el parquet y bajo los aros durante unos intensos cuarenta minutos. No vale ni el pasado ni el futuro. No vale lo que se hizo ni lo que se imagina que se hará. Sólo vale el presente, incluso dentro de un mismo partido, en donde lo único importante es la acción que se realiza, esa que requiere de los cinco sentidos.
La selección española se encuentra ahora en un escenario diferente al que estaba acostumbrado en unos últimos años donde el viento soplaba a favor desde el salto inicial del primer partido. Acaba de perder contra Serbia en el debut del campeonato y además lo ha hecho firmando una actuación desacertada en ataque, inconsistente en defensa, falta de continuidad en su juego… De pronto le pasa a España lo que le ha pasado al resto de mortales durante las últimas temporadas. Se encuentra en el escenario donde los triples no entran, donde se pueden fallar tiros libres hasta la desesperación, donde las dudas asaltan a todos…
Y es ahora, en ese nuevo escenario de los mortales, donde los nuestros deberán comportarse como lo grandes jugadores que son. Lo importante de los campeonatos, como pasa muchas veces en los partidos, no es como se empiezan sino como acaban. Lo importante es exponer sobre la mesa el conjunto de errores que se han cometido frente a Serbia y trabajar para evitarlos en el futuro para así ir creciendo a medida que avance el campeonato. Lo importante es ser muy conscientes de que en el baloncesto actual sólo hay un nivel válido de intensidad y de concentración: el máximo.
La selección española se encuentra ahora en un escenario diferente al que estaba acostumbrado en unos últimos años donde el viento soplaba a favor desde el salto inicial del primer partido. Acaba de perder contra Serbia en el debut del campeonato y además lo ha hecho firmando una actuación desacertada en ataque, inconsistente en defensa, falta de continuidad en su juego… De pronto le pasa a España lo que le ha pasado al resto de mortales durante las últimas temporadas. Se encuentra en el escenario donde los triples no entran, donde se pueden fallar tiros libres hasta la desesperación, donde las dudas asaltan a todos…
Y es ahora, en ese nuevo escenario de los mortales, donde los nuestros deberán comportarse como lo grandes jugadores que son. Lo importante de los campeonatos, como pasa muchas veces en los partidos, no es como se empiezan sino como acaban. Lo importante es exponer sobre la mesa el conjunto de errores que se han cometido frente a Serbia y trabajar para evitarlos en el futuro para así ir creciendo a medida que avance el campeonato. Lo importante es ser muy conscientes de que en el baloncesto actual sólo hay un nivel válido de intensidad y de concentración: el máximo.
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