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lunes, 14 de septiembre de 2009

El Caballo de Troya


Obviamente la Selección jugó sus mejores minutos cuando pudo correr. Vimos a Pau por fin anotando por la calle central tal y como hacía en anteriores campeonatos y como hace actualmente en los Lakers. Vimos también a Garbajosa tirando triples en la primera opción, con plena confianza en su muñeca, a Navarro castigando al rival al menor descuido, a Rudy y Ricky pareciéndose a la sociedad letal de su época del Joventut. Disfrutamos por momentos de la pareja Marc – Felipe imponiendo quilos y “gramos” en la zona e incluso con los detalles de calidad de Raül. Ese es el estilo de los jugadores referentes de la Selección y esos son sus valores en la pista, los que les han permitido subir a lo más alto en los últimos campeonatos disputados. Siendo ellos mismos el equipo funciona mucho mejor y actualmente, sin fajadores defensivos como Jiménez y Calderón, ese estilo es, más que recomendable, absolutamente necesario. Insistimos en que España, en “cinco contra cinco” permanente sufre en ataque y en defensa porque ni está acostumbrado ni tiene gran consistencia física para un juego de permanentes contactos. Por lo tanto, jugando “en toda la pista” tiene mucho más peligro.

Que fácil, ¿verdad? Si corriendo ganamos, pues corramos siempre. Lástima que en el baloncesto de alto nivel eso no sea posible. Lástima que no todos los rivales tengan la inconsistencia de Lituania – ya está fuera del campeonato, por cierto -, que hayan entrenadores como Tanjevic que sepan atar el partido e impedir de diferentes maneras que la Selección pueda hacer su juego. Por lo tanto, pienso que del partido ante Lituania vale la pena salir reforzado en el argumento esencial de la velocidad y a la vez preparado para saber cómo contrarrestar la estrategia rival para impedirlo. Más que nunca vale la pena poner en práctica la estrategia denominada por Jenaro Díaz, uno de los entrenadores ayudantes de la Selección, como el “Caballo de Troya” que no es otra cosa que la investigación y previsión de qué hará el rival para impedir nuestro juego. Una vuelta de tuerca al scouting.

Satisfechos por la victoria y por los minutos realizados España debe seguir creciendo en el siguiente partido, esencialmente en la continuidad. Mueve Scariolo diez hombres por lo que no hay razón – aparente - para bajar el ritmo de amenaza permanente. De atacar el aro rival desde el primer segundo de posesión. De acelerar el ritmo del partido. De seguir creyendo en el estilo propio, en el sello de identidad que ha caracterizado a este equipo desde hace años. De "llegar jugando"... No será fácil porque para ello hay que ser mejor defensores y en consecuencia mejores reboteadores, porque los adversarios buscarán ralentizar el juego, porque no siempre es posible hacer lo que uno quiere, porque, como oí hace mucho tiempo, “el enemigo no es tonto”. Pero ante Lituania nos hemos acercado a lo que esperamos de esta selección. Eso lo sabemos todos, incluso el entrenador del próximo rival.

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