Escucho y leo diferentes y respetables opiniones sobre lo que acontece en Polonia y compruebo que mi teoría sobre los distintos tiempos del análisis no sólo afectan a los periodistas. También entrenadores y jugadores, en activo, retirados o en paro forzoso o voluntario, juzgan con toda naturalidad a posteriori, una vez ya se ha visto el resultado, algo por otra parte completamente lógico porque lo contrario a eso es aventurar. Pero me hace gracia leerlo y escucharlo, en conversaciones privadas o incluso en columnas de medios de comunicación, de quienes tantas veces censuran de los periodistas ese ventajismo en el análisis. Que nadie lo tome como una crítica a la crítica, que el debate siempre es sano y el baloncesto necesita de él. Faltaría más.
No sé como acabará el Eurobasket porque cuando esto escribo falta por jugar el tercer partido de la primera fase, ante Eslovenia, que nos puede dejar fuera si perdemos y hay negativa carambola o dentro y como primeros si ganamos. Pero si algo se está demostrando y en el segundo partido frente a Gran Bretaña volvió a quedar patente es que de sobrados nada de nada. Que la selección española lo tiene tan difícil para conquistar una medalla como cualquier otra selección en este campeonato. Que los que aventuraban un paseo o no saben de qué va esto o lo hacían con la intención de sacar el cuchillo al primer tropiezo.
España ha “regresado a la tierra” y vive sensaciones normales. Porque normal es que de vez en cuando las cosas no salgan bien, que aparezcan dudas, que se conviva con el sufrimiento y que esa obligación de ganar ante cualquiera se convierta en un peso excesivo. Por supuesto se echa de menos a jugadores que aportaban consistencia y experiencia pero los que irrumpen ahora deben ayudar y sumar puntualmente mientras los referentes del equipo asumen el papel de líderes - en pista y vestuario - que les corresponde.
Pasemos la primera fase y crezcamos como equipo, tanto en el aspecto físico, táctico y, sobretodo, mental. Superemos esa ansiedad inicial y afrontemos el futuro del campeonato con la ambición y humildad necesaria - que no conformismo, como muy bien apuntaba Juan Antonio Corbalán en su columna de Marca -. Ahora ya todo el mundo sabe que conseguir medalla no será fácil y el oro sería un enorme éxito. Nunca fue fácil, ni antes, ni ahora, de ahí el mérito de conseguirlo tantas veces en los últimos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario