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martes, 28 de abril de 2009

¿La mejor jugada de la historia?



Si tenéis la oportunidad de ver el penúltimo número de Gigantes correspondiente al 27 de abril – el de la portada Gasol presentando Los Playoff de la NBA – no os perdáis la que personalmente considero como la mejor fotografía de baloncesto jamás publicada. Coincide con una de las mejores canastas, una de las mejores jugadas, – la de Michael Jordan en el último partido de las series finales del Playoff entre Chicago y Utah en 1998-.

Una sola imagen refleja TODO lo que puede sentirse en una pista. Restan 6.6 segundos, Jordan está el aire, el balón ya ha salido de su mano, de esa mano que apunta directamente hacia el aro… Por favor no os perdáis las caras de los aficionados que abarrotan la grada situada tras la canasta. Una por una, todas las expresiones de los seguidores, mayoritariamente de Utah, delatan el convencimiento de que ese balón, todavía en el aire, acabará entrando. Rostros de pánico, de resignación, de desespero, de tristeza, de histerismo junto a los admiración, reconocimiento, devoción… Miles de rostros de derrota o victoria anticipada tras un lanzamiento que todavía no ha traspasado la red. Todos saben que el balón entrará, incluso un jovencísimo aficionado que lleva la camiseta de los Bulls – seguro que de Jordan – que ya celebra, brazos en alto, anticipadamente la canasta de la victoria.

Tras recrearme en la fotografía no he podido resistir irme a youtube y revivir esas imágenes y recrearme en toda la jugada, desde el inicio – como roba el balón – como cruza la pista, como finta, como tira… Ahí os dejo el enlace para compartir ese momento absolutamente inolvidable. Saludos.

http://www.youtube.com/watch?v=c0oxeX4fdFE

lunes, 20 de abril de 2009

Congreso Adecco LEB

Pese a que hace ya muchos años que voy no me apetece todavía estar de vuelta. No me apetece perder el punto de ilusión – ingenuidad según me dijo el otro día un buen amigo – que considero necesario para seguir caminando por el baloncesto.

He presenciado el Congreso Adecco LEB celebrado recientemente en Madrid y que ha reunido a gran parte de la representación del baloncesto nacional e internacional. Durante dos días se ha expuesto y debatido sobre el presente y futuro de las competiciones y otros temas de interés. Y eso de debatir creo que es un sano ejercicio cuando existe voluntad de intercambiar opiniones más que de imponer las propias.

Mientras oía a unos y otros pensaba que el baloncesto necesita, más que nunca, potenciar a gente que lo quiera. A gente que lo sienta, que lo entienda, que lo haya vivido de pequeño y que lo viva ahora, que lo lleve metido dentro. Necesita de líderes con capacidad para levantar la vista y contemplarlo globalmente. Necesita de análisis generales, de proyectos comunes mucho más que de viajes individuales. Porque por encima del destino final y diverso de los jugadores o entrenadores, el origen es el mismo.

El baloncesto, desde la élite máxima hasta la base más humilde debe retroalimentarse. El baloncesto debe beneficiarse de los que han tenido la suerte de volar más alto para así crecer aún más desde las ciudades, grandes y pequeñas, desde los colegios, desde los clubes más modestos. Se han de emprender proyectos donde todos los que aman este deporte se impliquen, desde las instituciones públicas, patrocinadores, escuelas. Los clubes deben contemplar la realidad de nuestro deporte con inteligencia, creando proyectos deportivos adecuados a sus posibilidades, ilusionando al entorno, creando el espacio para los jóvenes jugadores locales que lo merezcan.

No me apetece estar de vuelta y adoptar posturas escépticas, todavía no. Me apetece seguir creyendo.

martes, 14 de abril de 2009

El Fenómeno Adecco LEB

Desmenuzar en un informe los diferentes aspectos relacionados con unas competiciones como son las LEBs se convierte en un interesante –incluso apasionante- ejercicio de análisis. El paso del tiempo junto a las experiencias expresadas por aquellos que han – hemos – vivido en primera persona la realidad de la competición permite tener una visión mucho más completa del “Fenómeno LEB”. La perspectiva del tiempo siempre se convierte en el elemento fundamental para sacar conclusiones.

En los últimos años he tenido el privilegio de compartir las diferentes sensaciones LEBs con numerosos jugadores, entrenadores, directivos, periodistas. He participado en debates, reflexiones o estudios sobre este fenómeno creciente que son las competiciones LEB. Más allá de cuestiones puntuales que la perspectiva del tiempo acaba por convertirlas en anécdotas poco significativas, la sensación general es que, efectivamente, el escenario Adecco LEB ha sido y sigue siendo, un espacio fundamental para el desarrollo deportivo de cientos de jugadores y entrenadores (con sus respectivos ayudantes, PFs, Fisios, Delegados). Para el desarrollo profesional de periodistas, para el crecimiento de las áreas deportivas y organizativas de muchos clubes, para el disfrute de miles de aficionados repartidos por toda la geografía que en algún momento han tenido la ilusión de disfrutar de baloncesto de buen nivel. Han sido noventa localidades repartidas en 18 comunidades autónomas las que durante estos últimos trece años han vivido en primera persona las competiciones LEB.

Y llego a conclusiones positivas, además de por los datos meramente objetivos, a través de los testimonios de los propios interesados. De los protagonistas de nuestro baloncesto como son los jugadores y entrenadores, además de esos directivos impulsores del baloncesto. Los deportistas que pasaron por la LEB y ahora están en lo más alto valoran esa experiencia como fundamental para su progresión. Los que ingresaron en ella y de ella no salieron lo valoran como un espacio clave para desarrollarse profesionalmente. En los medios de comunicación locales, elementos claves en la difusión de las competiciones, la Adecco LEB se ha convertido en un contenido especialmente atractivo. Todo puede ser susceptible de mejora y por supuesto las LEBs no escapan de esa crítica pero con el paso de los años y tras pulsar opiniones y extraer mis propias conclusiones detecto muchos más elementos positivos que negativos.

Esta semana se celebra en Madrid el “Congreso Adecco LEB” con ponentes de lujo. Se hablará de las competiciones nacionales, internacionales, del presente y futuro de nuestro baloncesto. Se hablará de la Adecco LEB, esa competición que con defectos y virtudes, como todas y cada una de las competiciones, se ha convertido en un Fenómeno reconocido en todo el continente baloncestístico. Mis más sinceras felicitaciones a los artífices que, hace más de trece años, hicieron posible el nacimiento de la primera LEB.

viernes, 3 de abril de 2009

El efecto Navarro


Que en el baloncesto el componente psicológico es muchas veces determinante quedó demostrado nuevamente el pasado jueves en el cuarto partido del Playoff de Euroliga entre Tau y Barcelona. Según mi opinión, la presencia de Navarro varió los estados de ánimo de unos y otros antes incluso del salto inicial. Transmitió tanta seguridad a los suyos como temor al adversario y sólo faltaron tres canastones de los suyos tras el descanso para que el partido quedara finiquitado mucho antes del final. Creo que además del aspecto circunstancial, el propio Barcelona y su entrenador gestionaron bien “el efecto Navarro” presentándolo en el cinco inicial, como la gran amenaza para el rival y a la vez como la gran esperanza al propio equipo.

Me viene a la cabeza la final del Mundial de Japón. La selección española estaba lanzada a por el oro y de pronto se lesionó Pau Gasol en semifinales segundos antes de que todos celebráramos el paso a la final. En ese caso hubo una extraordinaria reacción del propio equipo y su entorno gestionando perfectamente el contratiempo para derivarlo en un argumento de motivación extra para la victoria final. En ese caso la ausencia de la estrella provocó que resto de jugadores que conjuraran para ser mejores… todavía. Y, como en el ejemplo anterior, no sólo ganaron, arrasaron. Hubo capacidad para convertir, en pocos minutos, la prepcupación en renovado argumento para conseguir el éxito.

Hay teclas ocultas en los equipos que deben conocerse porque muchas veces esconden los secretos de muchas de las reacciones de los jugadores. Los misterios del cerebro sorprenden incluso a los expertos en psicología y, sin embargo, a partir de un nivel general tan alto física como tácticamente, se convierten cada vez más en determinantes. Pienso que en un club o una selección TODOS deben saber emitir el mensaje adecuado.

El deporte de alto nivel está llegando a su máximo rendimiento en muchos aspectos y muchas veces los detalles, los estados de ánimo, las decisiones basadas más en aspectos psicológicos, marcan la diferencia. Gestionar acertadamente los “factores externos” siempre ha sido una de las claves del éxito, uno de los activos de los mejores entrenadores. Derivar un problema en un refuerzo positivo para la moral del equipo es una de las herramientas que todo entrenador debería ser capaz de saber gestionar.