Traduce este Blog a: Inglés Francés Alemán Italiano Chino

martes, 29 de septiembre de 2009

Adecco Oro; ha llegado el futuro

Estamos ante una edición especial y apasionante tanto por la calidad de los equipos como por la apuesta por incorporar de manera pionera en el baloncesto FIBA la aplicación de las nuevas reglas. El mundo del baloncesto estará pendiente de una competición que tiene el reconocimiento unánime de ser una de las mejores de continente.
Una edición que arranca con más fuerza que nunca. 18 equipos emprenden ese largo y durísimo viaje por una competición que siempre se caracteriza por marcar una ley no escrita y que sólo se plasma sobre el parquet: la ley de la pista. La Adecco Oro nunca defrauda porque cada fin de semana presenta nueve partidos absolutamente inciertos, porque la igualdad, emoción y espectáculo se funden en cada una de las canchas convirtiendo la liga en un guión repleto de ilusión y drama, de pasión y espectáculo. Y esta temporada, a todos los alicientes ya habituales y que la ha convertido en una de las mejores ligas de Europa, se une el hecho poder disfrutar del baloncesto del futuro, con las nuevas distancias en la zona de tres puntos y la línea de triples.

Es la Adecco Oro una competición especialmente dura tanto para aquellos que parten con la obsesión de conseguir una de las plazas de ascenso como para los que quieren seguir sobreviviendo en la élite. Una liga que no da descanso a jugadores y técnicos que cada semana deben afrontar un nuevo y trascendental reto. Porque cada victoria, desde la primera jornada hasta la última, se convierte en un paso decisivo que puede marcar el futuro. Porque nadie puede ni debe pararse a lamentar derrotas ni celebrar triunfos en exceso.

Dos grandes como CAI Zaragoza y ViveMenorca regresan de la ACB a la realidad Adecco Oro y con ellos miles de aficionados que seguirán apoyándoles en esa dura lucha por volver a estar en lo más alto. Dos equipos que han formado plantillas de lujo y que por lo tanto parten con ese sello de favoritos que tan peligroso suele ser en esta liga. Junto a los ex ACB aspirantes clásicos como Melilla Baloncesto y Cáceres 2016, que ilusionados ante el reto de competir por lo máximo reúnen la fuerza necesaria para mirar a los ojos a cualquiera. Y como no, clásicos de nuestro baloncesto como el Baloncesto León, C. B. Breogan, Tenerife Rural que, como cada temporada, formarán parte de ese selecto grupo de candidatos a todo conscientes y conocedores de las dificultades que se presentan cada semana.

Pero en esta competición de alto nivel hay clubes que año tras año dan pequeños pero trascendentes pasos adelante y por lo tanto consiguen ilusionar a sus seguidores. En Canarias encontramos dos: Ciudad de La Laguna y U.B. La Palma y en Castilla León otro como Ford Burgos, ilustres de las competiciones Adecco de cara al reto que empieza y que han conseguido reunir el potencial necesario para asaltar el “poder establecido”. Y, dentro del grupo de los valientes destacamos a Basquet Mallorca y Clínicas Rincón, dos conjuntos que la pasada temporada sorprendieron por la juventud de sus plantillas y por la valentía con la que afrontaron el desafío no sólo de sobrevivir sino incluso de competir por estar zonas nobles.

Regresan a la competición ilustres como Aguas de Sousas Ourense, con historial ACB, el C.B. Cornellà, repleto de jugadores de gran proyección, el Baloncesto Palencia que ha conseguido implicar a toda una ciudad, y Tarragona 2017 con retos renovados, equipos todos con la necesaria tradición para asentarse en una competición que debe multiplicarles la ilusión. Por último dos nuevos clubes irrumpen la Adecco Oro, dos proyectos que han arrancado en los últimos años con la suficiente fuerza para creer en ellos. Desde Galicia un Gestibérica Vigo que ha conseguido arrastrar a miles de aficionados y desde Cataluña un Sant Josep que confirma que el baloncesto no sólo no desapareció de una ciudad con tanta tradición como Girona, por supuesto, sino que emprende un nuevo y prometedor camino hacia el futuro.

sábado, 19 de septiembre de 2009

La importancia de los entrenadores

Mientras contemplaba el partido contra Grecia reflexionaba sobre la fundamental labor de los entrenadores en el deporte de alto, de máximo nivel. Me comentaba irónicamente un amigo – entrenador por cierto – que esta Selección funcionaba sola y mi respuesta fue negarle contundentemente esa afirmación. No quería perderme detalle alguno del partido así que guardé mis argumentos para este post…

Niego la teoría de que es más fácil entrenar a un equipo bueno que a uno malo. Lo niego porque el jugador necesita del entrenador una calidad proporcional a la suya. Cuanto mejores son los jugadores, mejores han de ser los entrenadores. Pero, sin no les importa, maticemos ahí el término buen o gran entrenador. El buen o gran entrenador, seguramente, requerirá de la inteligencia para saber hasta donde debe hacer llegar su influencia en función, precisamente, del nivel de jugadores que dirige y sobretodo, en el tipo de competición en que lo hace. Si de lo que se trata es de entrenar a un equipo ganador, ¿cómo no tener a un entrenador de alto nivel a la hora de tener afrontar partidos decisivos como pueden ser semifinales o finales de europeos, mundiales u olimpiadas?

Y es más, unos jugadores de alto nivel necesitan de un gran “equipo técnico” donde además de la labor del primero, está la de los ayudantes, la de los preparadores físicos, la del fisio, la del médico, la del delegado, la del jefe de prensa… Y es más, esos jugadores de alto nivel deben saber que detrás tienen una gran estructura donde los diferentes responsables sepan actuar, o no, en función de las circunstancias. Un conjunto de estrellas, sea de un club o de una selección, necesita alrededor el mejor equipo de profesionales posible. La mejor organización a su servicio.

La clave de los grandes equipos o selecciones ha sido, es y seguirá siendo, actuar todos en una misma dirección, manejando un mismo discurso, lanzando interna y externamente, un mismo mensaje. Y ese gran entrenador que entra en una organización de este nivel debe tener la virtud para saber medir su intervención valorando perfectamente lo que tiene detrás, al lado y, sobretodo, delante. En un deporte de alto nivel donde la calidad, profesionalidad y status de los jugadores los convierte en estrellas, el entrenador debe tener capacidades técnicas, por supuesto, pero además y como requisito imprescindible, máxima inteligencia para gestionar grupos.


Nota

París 99, Plata… Estambul 2001, Bronce... Estocolmo 2003, Plata... Belgrado 2005, Cuarto Puesto… Madrid 2007, Plata… Varsovia 2009…

Pues así llevamos una década, permanentemente presentes en la lucha por las medallas en diferentes europeos disputados. Un dato que merece la pena recordar y valorar porque no ha habido ninguna otra selección que haya sido capaz de hacer algo así en los últimos veinte años. Como recordaba Juan Antonio Casanovas en su previa en La Vanguardia, …“un alarde de continuidad en la élite que hasta ahora sólo habían ofrecido las dos grandes potencias históricas del continente: la URSS fue semifinalista en veinte Europeos seguidos, de 1951 a 1989 y Yugoslavia en siete, de 1969 a 1981”...

Pero claro, podemos darle una vuelta más a ese dato y ver como en los últimos cuatro grandes campeonatos, Mundial, Eurobasket, Olimpiada y Eurobasket, hemos estado presentes en la cuatro finales. Es decir, que esta generación que ya se acostumbró a ganar cuando eran juniors y que han ido acogiendo y contagiando a nuevos talentos se convierten en leyendas que el paso del tiempo los elevará a los altares de la historia de nuestro baloncesto…

viernes, 18 de septiembre de 2009

Alguien tocó la tecla adecuada

Los problemas, resueltos con sentido común y criterio, con las dosis de experiencia y conocimiento necesarias, acaban no sólo por solucionarse si no por convertirse en una excelente plataforma para despegar. El “Método” ha vuelto a funcionar...



Lo que no nos mata nos hace más fuertes y tengo la sensación de que los episodios vividos durante la pasada semana han convertido a la Selección en un equipo todavía más poderoso de lo que era. Porque al talento natural e indiscutible de sus jugadores se han añadido necesarias dosis de “hambre” tras varias jornadas de ayuno. No sé si España será capaz de repetir la exhibición de juego demostrada ante Francia pero si es capaz tan sólo de acercarse a ella no habrá rival que pueda frenarnos. Curiosa metamorfosis la del equipo nacional que arrancó el campeonato pareciéndose a quien sabe quién y de pronto se ha reencontrado con su juego volviendo a convertir sus partidos en un maravilloso festival de baloncesto total.

Alguien tocó la tecla adecuada en el momento adecuado. Pudieron ser los propios jugadores, la propia Federación o el cuerpo técnico. Seguramente fue entre todos, debatiendo, quienes supieron acertar en la forma y en el fondo a la hora de abordar el problema. La Selección no era la Selección y muchos de sus jugadores jugaban a ser otros en lugar de ellos mismos. Para recuperar resultados los “actores principales” debían recuperar las sensaciones con las que habían convivido durante los últimos años. Alguien – a lo mejor incluso ellos mismos - les convenció o les ayudó a convencerse debían reencontrarse y ese “alguien” ciertamente lo hizo bien.

De ahí la importancia de que los entornos de los equipos, presidente, directivos, directores deportivos, actúen con inteligencia. Muchas veces surgen problemas en los equipos que mal gestionados acaban por desembocar en crisis sin solución. Otras veces, esos problemas, resueltos con sentido común y criterio, con las dosis de experiencia y conocimiento necesarias, acaban no sólo por solucionarse si no por convertirse en una excelente plataforma para despegar. El “Método” ha vuelto a funcionar.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El Caballo de Troya


Obviamente la Selección jugó sus mejores minutos cuando pudo correr. Vimos a Pau por fin anotando por la calle central tal y como hacía en anteriores campeonatos y como hace actualmente en los Lakers. Vimos también a Garbajosa tirando triples en la primera opción, con plena confianza en su muñeca, a Navarro castigando al rival al menor descuido, a Rudy y Ricky pareciéndose a la sociedad letal de su época del Joventut. Disfrutamos por momentos de la pareja Marc – Felipe imponiendo quilos y “gramos” en la zona e incluso con los detalles de calidad de Raül. Ese es el estilo de los jugadores referentes de la Selección y esos son sus valores en la pista, los que les han permitido subir a lo más alto en los últimos campeonatos disputados. Siendo ellos mismos el equipo funciona mucho mejor y actualmente, sin fajadores defensivos como Jiménez y Calderón, ese estilo es, más que recomendable, absolutamente necesario. Insistimos en que España, en “cinco contra cinco” permanente sufre en ataque y en defensa porque ni está acostumbrado ni tiene gran consistencia física para un juego de permanentes contactos. Por lo tanto, jugando “en toda la pista” tiene mucho más peligro.

Que fácil, ¿verdad? Si corriendo ganamos, pues corramos siempre. Lástima que en el baloncesto de alto nivel eso no sea posible. Lástima que no todos los rivales tengan la inconsistencia de Lituania – ya está fuera del campeonato, por cierto -, que hayan entrenadores como Tanjevic que sepan atar el partido e impedir de diferentes maneras que la Selección pueda hacer su juego. Por lo tanto, pienso que del partido ante Lituania vale la pena salir reforzado en el argumento esencial de la velocidad y a la vez preparado para saber cómo contrarrestar la estrategia rival para impedirlo. Más que nunca vale la pena poner en práctica la estrategia denominada por Jenaro Díaz, uno de los entrenadores ayudantes de la Selección, como el “Caballo de Troya” que no es otra cosa que la investigación y previsión de qué hará el rival para impedir nuestro juego. Una vuelta de tuerca al scouting.

Satisfechos por la victoria y por los minutos realizados España debe seguir creciendo en el siguiente partido, esencialmente en la continuidad. Mueve Scariolo diez hombres por lo que no hay razón – aparente - para bajar el ritmo de amenaza permanente. De atacar el aro rival desde el primer segundo de posesión. De acelerar el ritmo del partido. De seguir creyendo en el estilo propio, en el sello de identidad que ha caracterizado a este equipo desde hace años. De "llegar jugando"... No será fácil porque para ello hay que ser mejor defensores y en consecuencia mejores reboteadores, porque los adversarios buscarán ralentizar el juego, porque no siempre es posible hacer lo que uno quiere, porque, como oí hace mucho tiempo, “el enemigo no es tonto”. Pero ante Lituania nos hemos acercado a lo que esperamos de esta selección. Eso lo sabemos todos, incluso el entrenador del próximo rival.

sábado, 12 de septiembre de 2009

El momento más difícil

Es el momento de ser uno solo, de mirarse a los ojos, de apretar los puños, de sacar el orgullo y encontrar razones para disfrutar del reto más difícil. Porque lo más bonito del baloncesto no sólo es ganar y gustarse sino sobrevivir cuando todos te dan por muerto. Bienvenidos a los “deportes aventura”, a las situaciones límite. Demostremos ahora que además buenos, somos fuertes.

Pues sí, ese momento nunca deseado ha llegado. Ya estamos metidos en uno de esos trances que hacía muchos años no vivíamos. Vengo insistiendo desde hace días, desde el salto inicial del campeonato, que España ha regresado a la tierra en este Eurobasket, que está sufriendo los mismos problemas que el resto de selecciones, que no juega suelto y que por lo tanto vive instalado en la duda. España tiene los problemas propios de la mayoría de equipos, de la mayoría de mortales. Nuestra selección, acostumbrada en los últimos años no sólo a ganar sino a deslumbrar, se ha metido, por diferentes y analizables problemas, sobretodo provocados por las inoportunas lesiones en la preparación, en el mismo escenario que el resto de los competidores.

Ha llegado uno de esos momentos que los más jóvenes aficionados aún no habían conocido. Incluso la mayoría de los jugadores que defienden esta camiseta tampoco sabían qué significa estar a mitad de un campeonato viviendo al borde del abismo. Bienvenidos pues al mundo real, a ese donde las cosas no son siempre como a uno le gustaría sino como se ve abocado a vivirlas. Llega para todos el momento de convivir con las críticas, de conocer la presión máxima, de soportar el inmenso peso de una camiseta que tiene detrás millones de seguidores.

Frente a Turquía no hubo cambio de guión y tal como esperaba se vivió un partido lento y trabado. España no es capaz de correr y no lo hace, en mi opinión, por diferentes razones. Una, porque no le dejan los rivales, dos, porque no parece tener muchas piernas para ello – desde la fuerza en el rebote hasta la explosividad para salir - y tres, porque parece haber perdido la confianza en su velocidad. Y así, en constantes situaciones de “cinco contra cinco”, los partidos suelen decidirse a cara y cruz. Ya le pasó con Gran Bretaña, con Eslovenia y con Turquía. Puedes ganar pero también perder y frente a los turcos tocó perder.

Los mejores años de la Selección se han vivido de la mano de la velocidad, de las continuas transiciones que hoy han adquirido el término de “llegar jugando”. Nuestros jugadores anotan mucho más y mejor con la defensa rival volviendo que colocada. Por supuesto que Scariolo sabe esto pero también los entrenadores rivales. Sin canastas rápidas todo es mucho más difícil en el baloncesto actual y aún más para una selección española a la que le cuesta sobrevivir en el atasco.

Pues así están las cosas, andamos tocados pero no hundidos, preocupados, muy preocupados diría yo, pero no desesperados. Porque si España gana el próximo partido seguirá teniendo opciones de meterse en cuartos de final y más que importar contra quien le toque en el cruce lo fundamental será saber a qué nivel llegará en el partido clave. Para ello deberá sacar a relucir más que nunca esos valores que tantas veces han aparecido en los momentos buenos y que tan necesarios son en los malos. Es tiempo de ser uno solo, de mirarse a los ojos, de apretar los puños, de sacar el orgullo, de encontrar razones para disfrutar del reto más difícil. Porque lo más bonito del baloncesto no sólo es ganar y gustarse sino sobrevivir cuando todos te dan por muerto. Bienvenidos a los “deportes aventura”, a las situaciones límite. Demostremos ahora que además buenos, somos fuertes.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Competir en partidos trabados


Avanza el Eurobasket y lo hace aumentando por momentos el nivel de calidad y de expectación. El partido ante Eslovenia adquirió una emoción y dramatismo digno de un cruce decisivo. España lo hizo bien, incluso muy bien en algunos momentos, para complicarse la vida en la recta final por culpa de errores absolutamente evitables. Si algo está prohibido en el baloncesto de alto nivel es la inconsistencia y esa queda reflejada en los balones perdidos y la concesión al rival de canastas fáciles. Pero lo mejor del partido ante Eslovenia es que los líderes naturales de este equipo se pusieron los galones y supieron echarse a su espalda el reto de ganar. No hay duda sobre la implicación del grupo y ese valor es un intangible transcendental. Hubo fuerza mental desde el principio y durante gran parte del partido y sobretodo la hubo cuando nos vimos abocados a una absurda y peligrosísima prórroga.

Dicen muchos entrenadores que lo ideal es entrenar con doce y jugar con ocho. Scariolo limitó las rotaciones de manera que los “mejores”, los “más en forma” o los “más expertos” dispusieron de la continuidad necesaria para ganar en confianza. Se recuperó el equilibrio en el juego del equipo y se reencontraron sensaciones. A los nuestros les sigue faltando “soltarse” y la tremenda carga de responsabilidad que arrastraba el partido llevó el juego español a mucho control, mucho juego posicional en detrimento de esa velocidad que en los últimos años provoca ganar disfrutando.

Por lo que parece el guión ha cambiado respecto a años anteriores y el sufrimiento se ha instalado en los partidos de la Selección. De momento no hay “festivales” y en el futuro inmediato habrá que saber competir en escenarios atascados, en duelos de poco brillo y mucho “curro”. Habrá que estar preparado para saber “jugar mal” y sobrevivir en partidos trabados. El campeonato tiene esta pinta y por lo tanto la obligación de la Selección será la de adaptarse a lo que toque con la capacidad competitiva demostrada ayer. El baloncesto tiene muchas caras y todas son válidas si se hacen con el grado de intensidad e implicación máximo.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Eurobasket, "Regreso a la tierra"


Escucho y leo diferentes y respetables opiniones sobre lo que acontece en Polonia y compruebo que mi teoría sobre los distintos tiempos del análisis no sólo afectan a los periodistas. También entrenadores y jugadores, en activo, retirados o en paro forzoso o voluntario, juzgan con toda naturalidad a posteriori, una vez ya se ha visto el resultado, algo por otra parte completamente lógico porque lo contrario a eso es aventurar. Pero me hace gracia leerlo y escucharlo, en conversaciones privadas o incluso en columnas de medios de comunicación, de quienes tantas veces censuran de los periodistas ese ventajismo en el análisis. Que nadie lo tome como una crítica a la crítica, que el debate siempre es sano y el baloncesto necesita de él. Faltaría más.

No sé como acabará el Eurobasket porque cuando esto escribo falta por jugar el tercer partido de la primera fase, ante Eslovenia, que nos puede dejar fuera si perdemos y hay negativa carambola o dentro y como primeros si ganamos. Pero si algo se está demostrando y en el segundo partido frente a Gran Bretaña volvió a quedar patente es que de sobrados nada de nada. Que la selección española lo tiene tan difícil para conquistar una medalla como cualquier otra selección en este campeonato. Que los que aventuraban un paseo o no saben de qué va esto o lo hacían con la intención de sacar el cuchillo al primer tropiezo.

España ha “regresado a la tierra” y vive sensaciones normales. Porque normal es que de vez en cuando las cosas no salgan bien, que aparezcan dudas, que se conviva con el sufrimiento y que esa obligación de ganar ante cualquiera se convierta en un peso excesivo. Por supuesto se echa de menos a jugadores que aportaban consistencia y experiencia pero los que irrumpen ahora deben ayudar y sumar puntualmente mientras los referentes del equipo asumen el papel de líderes - en pista y vestuario - que les corresponde.

Pasemos la primera fase y crezcamos como equipo, tanto en el aspecto físico, táctico y, sobretodo, mental. Superemos esa ansiedad inicial y afrontemos el futuro del campeonato con la ambición y humildad necesaria - que no conformismo, como muy bien apuntaba Juan Antonio Corbalán en su columna de Marca -. Ahora ya todo el mundo sabe que conseguir medalla no será fácil y el oro sería un enorme éxito. Nunca fue fácil, ni antes, ni ahora, de ahí el mérito de conseguirlo tantas veces en los últimos años.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Un escenario diferente

Una de las grandezas del baloncesto es que sólo vale la ley de la pista. Que por muchos análisis teóricos, por muchos nombres propios que se escriban sobre un papel, por muchos castillos imaginarios que se construyan, lo único que manda realmente es lo que sucede sobre el parquet y bajo los aros durante unos intensos cuarenta minutos. No vale ni el pasado ni el futuro. No vale lo que se hizo ni lo que se imagina que se hará. Sólo vale el presente, incluso dentro de un mismo partido, en donde lo único importante es la acción que se realiza, esa que requiere de los cinco sentidos.

La selección española se encuentra ahora en un escenario diferente al que estaba acostumbrado en unos últimos años donde el viento soplaba a favor desde el salto inicial del primer partido. Acaba de perder contra Serbia en el debut del campeonato y además lo ha hecho firmando una actuación desacertada en ataque, inconsistente en defensa, falta de continuidad en su juego… De pronto le pasa a España lo que le ha pasado al resto de mortales durante las últimas temporadas. Se encuentra en el escenario donde los triples no entran, donde se pueden fallar tiros libres hasta la desesperación, donde las dudas asaltan a todos…

Y es ahora, en ese nuevo escenario de los mortales, donde los nuestros deberán comportarse como lo grandes jugadores que son. Lo importante de los campeonatos, como pasa muchas veces en los partidos, no es como se empiezan sino como acaban. Lo importante es exponer sobre la mesa el conjunto de errores que se han cometido frente a Serbia y trabajar para evitarlos en el futuro para así ir creciendo a medida que avance el campeonato. Lo importante es ser muy conscientes de que en el baloncesto actual sólo hay un nivel válido de intensidad y de concentración: el máximo.

martes, 1 de septiembre de 2009

Scariolo en La Pizarra


“Los jugadores que empiezan a jugar necesitan buenos maestros. El entusiasmo lo llevan de manera natural pero los primeros maestros son los que deben hacer crecer ese entusiasmo, hacerles ver que el baloncesto es un camino para disfrutar. Es fundamental la calidad técnica, humana, didáctica y pedagógica de los primeros instructores” (Scariolo en La Pizarra)
http://www.radiofeb.com/

Hablo con Sergio Scariolo entrevistándole para el programa La Pizarra – ajunto el enlace a Radio FEB para quien quiera oírla -. En este espacio pretendo que los entrenadores abran su libro de estilo y opinen no sólo sobre “su” baloncesto sino sobre todo el baloncesto en general, desde la formación hasta la élite. Creo que para todos los que nos dedicamos a vivir en “categorías invisibles” es un placer conocer las opiniones de los que han tenido la capacidad para convertirse en referentes. La transmisión de experiencias ha sido siempre la clave del conocimiento por lo que ese flujo de información debe ser la principal herramienta para la formación continua de los entrenadores.

Me gusta oír a los que están en la élite opinando sobre lo que se debería hacer en la base. Me gusta aunque en muchas ocasiones esas opiniones tengan la ventaja de la distancia. Siempre he pensado que los entrenadores siempre son los mejores dirigiendo a otro equipo que no sea el suyo, a jugadores de edades diferentes a los de su plantilla. Pero esa ventaja que da el tomar distancia hay que interpretarla positivamente e incorporarla adaptando aquellas sugerencias más interesantes.

Y yo sugiero escuchar las respuestas de Scariolo en ese primer programa de la temporada. Aviso que en los próximos meses seré especialmente sensible con el baloncesto de formación y por lo tanto por el programa pasarán entrenadores con menos nombre para la opinión pública pero de enorme trascendencia para la evolución de los más “pequeños de la clase”. Habla Scariolo de valores esenciales para que los primeros instructores alimenten la ilusión de los primeros practicantes y hace referencia también a un aspecto clave como es acertar con el momento adecuado a la hora de impulsar la evolución de los jugadores.