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sábado, 25 de julio de 2009

Curso Superior, cuestión de valores



Pasado el ecuador del Curso el cansancio empieza hacer mella en los alumnos. La presión por conseguir aprobar se cruza en los caminos por la pasión por aprender. Una lucha interna por aplicar ese consejo permanente de vivir esa experiencia con la ilusión de aprender junto a la obligación que cada uno se impone por salir de ahí con la titulación deseada.

Además de conocimiento y calidad en las exposiciones, los “entrenadores – profesores” que han pasado por el Curso nos han transmitido algo todavía más esencial como es la calidad humana. El Curso además de conocimientos está transmitiendo valores y los “grandes” realizan sus ponencias dotándolas de sensibilidad, de reconocimiento tanto a sus anteriores maestros como a sus nuevos receptores.

Sí, la calidad humana se percibe en cada rincón de la universidad, del pabellón, de la residencia. Se percibe entre el alumnado, cansado pero ilusionado, enojado por cuestiones puntuales pero a la vez predispuesto a seguir ese duro pero apasionante camino hacia el “título” final. Y en ese proceso, los tutores de cada uno de los grupos aportan ese valor añadido imprescindible para que todos se sientan más seguros. Ahí esta la suma de un “enorme” en todos los sentidos Mario Madejón, o la fina ironía desde el máximo nivel conocimientos de Ramón Jordana, o un Victor de Tio con esa personalidad capaz de aportar siempre dinámica positiva, de Jota Cuspineda proyectando esa pasión por el baloncesto que lleva dentro, de Ricardo Bandrés que desde la discreción siempre transmite un buen mensaje y como no, del “Lendakari” Carmelo Etxebarría, un tipo que no sólo es de Bilbao, es del ¡centro de Bilbao! Gran equipo, sí señor, brillantemente dirigido por ese “Coach Carter” Miguel Martín empeñado en esa decisiva misión de que funcione como tal.

Pero ojo, que ese grupo es el que se ve, el que convive con los alumnos desde la aulas, el que conduce ese tren hacia su destino. Pero desde la sala de máquinas, desde los rincones escondidos, la tarea de Paloma Romero adquiere un valor incalculable. Siempre con ese talante positivo y solucionando todos y cada uno de los pequeños y grandes detalles que hace que todo sea mejor. Y junto a ella los anfitriones de lujo, colaboradores de altísimo nivel, con tareas de esas oscuras pero nuevamente esenciales como son Anne Peña, Cristina Ortega, Iker Arregui y Mikel Ormaechea, todos mostrando esa predisposición total a sumar.

Queda por delante una semana de Curso y siento la necesidad de transmitir sensaciones porque desde mi privilegiada posición me permito compartirlas con todos. Todos saldremos mejores de este Curso y no sólo por lo que han sido capaces de enseñarnos los maestros sino por el nivel de humanidad que se respira. Cuestión de valores.

sábado, 11 de julio de 2009

Master de Especialización

San Sebastián, 19 al 28 de Julio.

El baloncesto progresa gracias, entre otras cosas, a la inquietud y generosidad de muchos entrenadores. Generosidad de técnicos de élite que responden encantados cuando reciben la propuesta de convertirse en profesores de Cursos, Campus, Clínics, Masters, en difusores de conocimientos. E inquietud de entrenadores que invierten tiempo y ahorros en mejorar su formación, en convertirse en receptores de experiencias ajenas. Ese flujo de información entre unos y otros enriquece continuamente nuestro baloncesto.

Me siento un afortunado por tener la oportunidad de pasar diez días de julio en Donosti, trabajando para el Área Deportiva de la Federación Española en la organización y desarrollo del Master de Especialización. De colaborar un año más con el Curso Superior. Un privilegiado porque tendré la oportunidad, como los entrenadores inscritos en el Master, de revivir parte del Curso Superior que hice ya unos cuantos años atrás en Málaga, de compartir intensos debates con maestros de los banquillos con los que intentaremos ir a buscar las tendencias del futuro y, sobretodo, de participar en tertulias de baloncesto con muchos entrenadores procedentes de diferentes realidades de nuestro baloncesto.

Me hace ilusión volver a asistir a algunas de las clases de los maestros – entrenadores que asistirán tanto al Curso Superior como al Master. Me apetece reencontrarme con amigos de diferentes ligas y establecer esas conversaciones que sólo soportamos los que estamos un poquito enfermos de baloncesto. Revivir las sensaciones del curso sin la tensión de vivirla como alumno y hacerlo además en una ciudad en la que merece la pena perderse de vez en cuando como es San Sebastián. Darle una vuelta de tuerca a diferentes temas que los entrenadores ponentes en el Master están preparando para debatirlos y reflexionar. Realmente, me apetece participar de este Master de Especialización.


INSTALACIONES:Pabellón Bentaberri(Bertxolari Xalbador s/n)Campus Universitario U. País Vasco(Avenida Tolosa s/n)
Pincha aquí para descargarte más información sobre el Master de Especialización 2009.-
Para más información dirigirse a entrenadores@feb.es

jueves, 9 de julio de 2009

Directores Deportivos (II)

Jordi Ardèvol, director deportivo del Ricoh Manresa, conoce bastante el baloncesto… Lo suficiente como para saber buscar allá donde otros se pierden. Lo suficiente como para exprimir los recursos de los que dispone para completar una plantilla competitiva en una liga implacable como es la ACB. Jordi Ardèvol es de aquellos Directores Deportivos que llevan años interesados por TODO el baloncesto y en ese baloncesto menos conocido saben encontrar las piezas adecuadas, aquellos jugadores accesibles económicamente y con hambre de éxito.

Esos Directores Deportivos tienen una importancia capital en el baloncesto de hoy que une limitaciones presupuestarias y un mercado amplísimo donde miles de jugadores pasan casi desapercibidos en ligas menores o incluso en nuestras ligas FEB. Los clubes, no sólo de ACB, necesitan de este tipo de expertos para poder satisfacer las exigencias de los tesoreros y a la vez de los entrenadores. Los buenos presidentes serán hoy aquellos que fichen mejores expertos, mejores “Ardèvols”…

El Ricoh Manresa ha realizado dos fichajes muy interesantes esta temporada. Uno, Marcus Vinicius, un joven brasileño que ya tiene pasaporte español que, doy fe porque coincidí con él en el L´Hospitalet - con sólo 18 años y después de haberlo cortado durante un mes dudando de su rendimiento, contribuyó decisivamente al ascenso del L´Hospitalet de LEB2 a LEB - que se trata de un talento físico impresionante. En un entorno adecuado, en una dinámica de trabajo e implicación como es la del Ricoh Manresa, Marcus crecerá como jugador y eso le llevará a consagrarse en la élite. El otro se llama Dani López, un valor nacional, un base moderno, de esos que tienen capacidad para convertirse en el motor del equipo todos los minutos que esté en pista. Un base “estilo Calderón” por su capacidad defensiva, por sus piernas, por su humildad. Ambos vienen de la Adecco LEB Oro, ambos tienen hambre por crecer profesionalmente y talento para conseguirlo. Ambos han necesitado que en un club ACB hubiera un tipo conocedor del mercado menos conocido para disponer de la oportunidad de ascender deportivamente. Felicidades a los dos.

Me encantaría que esos fichajes saliesen bien y que el Ricoh siguiese triunfando con esa apuesta por este tipo de jugadores. Me encantaría porque así abriría los ojos a otros para que entendiesen la necesidad de ampliar el abanico de posibilidades. Todos saldrían beneficiados. Los clubes porque gastarían menos y mejor, los entrenadores porque se beneficiarían de jugadores con ilusión por crecer, esos mismos jugadores porque dispondrían de oportunidades que hoy se les niegan y algunos expertos porque verían reconocidas sus aptitudes y su entrega muchos años desinteresada a un baloncesto menos conocido.

jueves, 2 de julio de 2009

Elitebaix


Elitebaix es un campus que este año ha celebrado su primera edición. Tengo el placer de colaborar con esta iniciativa que ha reunido a un grupo de jugadores jóvenes de la zona, jugadores quizás no de élite, aunque alguno de ellos dará que hablar, pero sí de muchísima afición al baloncesto. Tanta como para invertir tiempo de sus vacaciones en encerrarse en un pabellón durante cuatro horas al día y disfrutar de su deporte favorito. Aquel jugador que tiene ilusión por mejorar durante el descanso estival, tenga la edad que tenga, suele acabar jugando al mejor nivel de su categoría.

Llevo años en el baloncesto, los suficientes como para tener el privilegio de conocer muchos entrenadores que el talento y el destino les ha dado la oportunidad de ser profesionales del banquillo. En algunos caso al simple conocimiento se une una amistad forjada a base de compartir con ellos horas de baloncesto y, abusando de esa amistad, algunos de esos entrenadores han tenido el detalle no sólo de visitar nuestro campus sino de ponerse a trabajar con los jugadores en unas sesiones de altísimo nivel. Por Elitebaix han pasado Txema Solsona, Jordi Balaguer, Mateo Rubio y Pedro Martínez impartiendo todos ellos unas lecciones que ni los jugadores ni los entrenadores allí presentes podremos olvidar en el futuro.

Solsona, Balaguer, Rubio y Martínez, por este orden, transmitieron con ejercicios dinámicos muchas de las posibilidades que ofrece ese concepto de “llegar jugando” que ya ocupa definitivamente el lugar de la antigua transición. Cada uno aportó conceptos interesantísimos, cada uno de ellos diferente del otro en la metodología pero todos coincidiendo en la necesidad de amenazar continuamente, de utilizar los espacios, de leer el juego. Mientras los jugadores trabajaban esos conceptos mejoraban aspectos de la técnica individual en claro ejemplo de que cada vez más el trabajo técnico-táctico va de la mano en la enseñanza actual. A la vez de enseñar cómo entrar, pasar, tirar o botar los jugadores aprendían leyendo lo que hacía el compañero, aprendían a moverse sin el balón, a dar el pase en el momento oportuno. Cuatro sesiones repletas de contenidos que obligaban además a un aspecto más difícil todavía de enseñar como es el de mantener la concentración durante una sesión densa y larga.

Los entrenadores de formación tienen (tenemos) la obligación de saber enseñar a jugar y a ello hemos de llegar sabiendo enseñar al jugador a que sea capaz de entrenarse adecuadamente. Que sea capaz de mantener atención, concentración, durante todo el tiempo que dure la sesión. Si de algo sirvió para alguno de los inscritos este primer campus Elitebaix nos damos todos por satisfechos. Todos transmitieron pasión por el baloncesto, desde los jugadores de todas las edades hasta los entrenadores, los de élite y los anónimos. Gracias a todos y hasta el año que viene.