Estamos ante una edición especial y apasionante tanto por la calidad de los equipos como por la apuesta por incorporar de manera pionera en el baloncesto FIBA la aplicación de las nuevas reglas. El mundo del baloncesto estará pendiente de una competición que tiene el reconocimiento unánime de ser una de las mejores de continente.
Una edición que arranca con más fuerza que nunca. 18 equipos emprenden ese largo y durísimo viaje por una competición que siempre se caracteriza por marcar una ley no escrita y que sólo se plasma sobre el parquet: la ley de la pista. La Adecco Oro nunca defrauda porque cada fin de semana presenta nueve partidos absolutamente inciertos, porque la igualdad, emoción y espectáculo se funden en cada una de las canchas convirtiendo la liga en un guión repleto de ilusión y drama, de pasión y espectáculo. Y esta temporada, a todos los alicientes ya habituales y que la ha convertido en una de las mejores ligas de Europa, se une el hecho poder disfrutar del baloncesto del futuro, con las nuevas distancias en la zona de tres puntos y la línea de triples.
Es la Adecco Oro una competición especialmente dura tanto para aquellos que parten con la obsesión de conseguir una de las plazas de ascenso como para los que quieren seguir sobreviviendo en la élite. Una liga que no da descanso a jugadores y técnicos que cada semana deben afrontar un nuevo y trascendental reto. Porque cada victoria, desde la primera jornada hasta la última, se convierte en un paso decisivo que puede marcar el futuro. Porque nadie puede ni debe pararse a lamentar derrotas ni celebrar triunfos en exceso.
Dos grandes como CAI Zaragoza y ViveMenorca regresan de la ACB a la realidad Adecco Oro y con ellos miles de aficionados que seguirán apoyándoles en esa dura lucha por volver a estar en lo más alto. Dos equipos que han formado plantillas de lujo y que por lo tanto parten con ese sello de favoritos que tan peligroso suele ser en esta liga. Junto a los ex ACB aspirantes clásicos como Melilla Baloncesto y Cáceres 2016, que ilusionados ante el reto de competir por lo máximo reúnen la fuerza necesaria para mirar a los ojos a cualquiera. Y como no, clásicos de nuestro baloncesto como el Baloncesto León, C. B. Breogan, Tenerife Rural que, como cada temporada, formarán parte de ese selecto grupo de candidatos a todo conscientes y conocedores de las dificultades que se presentan cada semana.
Pero en esta competición de alto nivel hay clubes que año tras año dan pequeños pero trascendentes pasos adelante y por lo tanto consiguen ilusionar a sus seguidores. En Canarias encontramos dos: Ciudad de La Laguna y U.B. La Palma y en Castilla León otro como Ford Burgos, ilustres de las competiciones Adecco de cara al reto que empieza y que han conseguido reunir el potencial necesario para asaltar el “poder establecido”. Y, dentro del grupo de los valientes destacamos a Basquet Mallorca y Clínicas Rincón, dos conjuntos que la pasada temporada sorprendieron por la juventud de sus plantillas y por la valentía con la que afrontaron el desafío no sólo de sobrevivir sino incluso de competir por estar zonas nobles.
Regresan a la competición ilustres como Aguas de Sousas Ourense, con historial ACB, el C.B. Cornellà, repleto de jugadores de gran proyección, el Baloncesto Palencia que ha conseguido implicar a toda una ciudad, y Tarragona 2017 con retos renovados, equipos todos con la necesaria tradición para asentarse en una competición que debe multiplicarles la ilusión. Por último dos nuevos clubes irrumpen la Adecco Oro, dos proyectos que han arrancado en los últimos años con la suficiente fuerza para creer en ellos. Desde Galicia un Gestibérica Vigo que ha conseguido arrastrar a miles de aficionados y desde Cataluña un Sant Josep que confirma que el baloncesto no sólo no desapareció de una ciudad con tanta tradición como Girona, por supuesto, sino que emprende un nuevo y prometedor camino hacia el futuro.
Es la Adecco Oro una competición especialmente dura tanto para aquellos que parten con la obsesión de conseguir una de las plazas de ascenso como para los que quieren seguir sobreviviendo en la élite. Una liga que no da descanso a jugadores y técnicos que cada semana deben afrontar un nuevo y trascendental reto. Porque cada victoria, desde la primera jornada hasta la última, se convierte en un paso decisivo que puede marcar el futuro. Porque nadie puede ni debe pararse a lamentar derrotas ni celebrar triunfos en exceso.
Dos grandes como CAI Zaragoza y ViveMenorca regresan de la ACB a la realidad Adecco Oro y con ellos miles de aficionados que seguirán apoyándoles en esa dura lucha por volver a estar en lo más alto. Dos equipos que han formado plantillas de lujo y que por lo tanto parten con ese sello de favoritos que tan peligroso suele ser en esta liga. Junto a los ex ACB aspirantes clásicos como Melilla Baloncesto y Cáceres 2016, que ilusionados ante el reto de competir por lo máximo reúnen la fuerza necesaria para mirar a los ojos a cualquiera. Y como no, clásicos de nuestro baloncesto como el Baloncesto León, C. B. Breogan, Tenerife Rural que, como cada temporada, formarán parte de ese selecto grupo de candidatos a todo conscientes y conocedores de las dificultades que se presentan cada semana.
Pero en esta competición de alto nivel hay clubes que año tras año dan pequeños pero trascendentes pasos adelante y por lo tanto consiguen ilusionar a sus seguidores. En Canarias encontramos dos: Ciudad de La Laguna y U.B. La Palma y en Castilla León otro como Ford Burgos, ilustres de las competiciones Adecco de cara al reto que empieza y que han conseguido reunir el potencial necesario para asaltar el “poder establecido”. Y, dentro del grupo de los valientes destacamos a Basquet Mallorca y Clínicas Rincón, dos conjuntos que la pasada temporada sorprendieron por la juventud de sus plantillas y por la valentía con la que afrontaron el desafío no sólo de sobrevivir sino incluso de competir por estar zonas nobles.
Regresan a la competición ilustres como Aguas de Sousas Ourense, con historial ACB, el C.B. Cornellà, repleto de jugadores de gran proyección, el Baloncesto Palencia que ha conseguido implicar a toda una ciudad, y Tarragona 2017 con retos renovados, equipos todos con la necesaria tradición para asentarse en una competición que debe multiplicarles la ilusión. Por último dos nuevos clubes irrumpen la Adecco Oro, dos proyectos que han arrancado en los últimos años con la suficiente fuerza para creer en ellos. Desde Galicia un Gestibérica Vigo que ha conseguido arrastrar a miles de aficionados y desde Cataluña un Sant Josep que confirma que el baloncesto no sólo no desapareció de una ciudad con tanta tradición como Girona, por supuesto, sino que emprende un nuevo y prometedor camino hacia el futuro.