Unificación de reglas, por sentido común

Si resulta que es cada vez más habitual ver jugadores formados en Europa participando en la NBA o formados en Estados Unidos jugando en Euroliga. Si nuestro deporte se ha globalizado de tal manera que desaparecen las fronteras. Si resulta que el baloncesto NBA y el FIBA se encuentran con frecuencia en Olimpiadas y Campeonatos del Mundo y por lo tanto, aun con organizaciones diferentes, comparten una pista de baloncesto. Si el flujo NBA y FIBA es ya una realidad incuestionable es de SENTIDO COMÚN que los responsables de ambas instituciones se pongan de acuerdo en la unificación de las reglas. Que no haya más criterio que un reglamento único y común en el cual se basen todos los jugadores del mundo. Un marco que sirva de espejo y referente a todos los jugadores en formación que gocen del espectáculo, de la creatividad, de las exhibiciones de las estrellas universales. Que si quieren imitarlos en sus respectivos equipos, los puedan imitar sin restricciones reglamentarias. Que cuando las selecciones se disputen un campeonato lo hagan bajo unas reglas iguales. Es posible que hace décadas las distancias fueran tan exageradas que este aspecto fuera secundario pero hoy se convierte en un tema fundamental y que, básicamente, responde al SENTIDO COMÚN.