Aíto y la Copa

Llevo suficientes años escribiendo sobre baloncesto y muchos de ellos siguiéndolo muy de cerca como para conocer su trayectoria y filosofía. En numerosas ocasiones he expuesto públicamente mi admiración tanto por sus métodos de trabajo como por sus resultados. Aíto ha sido y creo que sigue siéndolo un referente para muchos entrenadores y por esa razón, precisamente por esa razón, siento necesidad de replicar sus declaraciones sobre la no participación de Unicaja en la Copa e invitarle, desde el respeto a la veteranía, a una necesaria rectificación.

Leí sus declaraciones y luego quise oírlas para confirmar que no había mala interpretación. Aíto tiene inteligencia y sentido de la deportividad suficiente como para no ratificarse en ellas, para matizarlas, incluso para rectificarlas. Un entrenador de alto nivel es un referente para otros muchos entrenadores, sean de su club, de equipos de formación, de equipos modestos. Un técnico como Aíto debe saber que lo que dice influye y por lo tanto su responsabilidad va más allá de lo que empieza y acaba en su equipo.

Afirmar que para perder es mejor no participar va en contra de los valores del deporte. Se convierte en un feo mensaje para el baloncesto. Un alto porcentaje de los equipos de todas las edades y categorías suelen perder – y algunos incluso de paliza - porque el éxito de los resultados sólo está reservado para unos pocos privilegiados. Esa afirmación en boca de un entrenador suena inaceptable y sólo se me ocurre relacionarla con la mentalidad balcánica de hace unos años donde no existía otra razón de ser más allá de la victoria. Pero leerla o escucharla de Aíto me ha sorprendido porque precisamente el actual técnico de Unicaja ha sido a quien más he oído relativizar los resultados a lo largo de su trayectoria profesional. Debió ser un mal momento. Todos, incluso Aíto, podemos tenerlo.