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lunes, 23 de febrero de 2009

Leer conduciendo un Ferrari

Diré que por mi edad me permito tener puntos de referencia sobre lo que sucedía en las últimas décadas y la evolución que se ha producido en el juego hasta llegar al presente. La filosofía es similar, por no decir la misma, pero la capacidad de ejecución ha cambiado radicalmente. En el baloncesto de hoy el componente físico está absolutamente integrado en el desarrollo de la técnica y de la táctica.

Antes, es sólo un ejemplo, el base cruzaba la pista con más de quince botes y diez segundos, por el centro y mirando al frente mientras en el baloncesto actual se ve obligado a hacerlo, generalmente, con uno o varios defensores atacándole el balón desde su propia pista. El base del presente tiene entre sus obligaciones presionar al rival a toda pista en defensa para, cuando tiene el balón, “llegar jugando” en cinco o seis segundos. Un reto físico constante combinado con buenos gestos técnicos y además con obligación táctica. Cada vez más y de manera casi natural se van imponiendo bases "estilo Calderón", atletas capaces de tener velocidad, resistencia, explosividad. Últimamente surgen otros como Sada o Lull con esas características; “bases con piernas”. Eso sí, acaban triunfando los que además de "piernas", tienen mano.

Esa tendencia se traslada también a las categorías de formación donde se practica o al menos se pretende practicar un baloncesto de alta velocidad, de defensas presionantes, de posesiones cortas y aplicación del concepto de “llegar jugando”. Es muy difícil leer conduciendo un Ferrari pero creo que el siguiente reto que tenemos los formadores de jugadores es intentar enseñarles a entender el juego, el porqué de los conceptos e integrar esa enseñanza en un baloncesto de alta velocidad. Enseñar las diferencias entre la percepción cuando el balón está en sus manos o cuando lo tiene un compañero. Que en medio de esa locura en la que pretende convertir el partido la defensa rival, a velocidad máxima y con cansancio acumulado en las piernas, no es fácil pensar, leer, interpretar los conceptos. No es fácil, cierto, pero sí es necesario para ser un buen jugador.

lunes, 16 de febrero de 2009

De Fernando Martín a Rudy



“Para hablar del futuro es importante saber de dónde venimos” (Clifford Luyk)

Valores de siempre y presente, una combinación insuperable, el método adecuado para alcanzar objetivos en el futuro. El reconocimiento al pasado, a los orígenes, a los pioneros y, a continuación, la fuerza y ambición de la juventud.

En pocas semanas he presenciado varias escenas que representan perfectamente esta filosofía de vida a la que ya se apuntan incluso hasta los políticos más reconocidos. Hace poco, en una reunión de exjugadores y entrenadores, Clifford Luyk evocaba al pasado para entender el presente y sobretodo para predecir el futuro. Uno por uno enumeraba a los primeros que introdujeron gestos técnicos que posteriormente la evolución del juego y de los jugadores ha ido mejorando.

Hace poco el mundo vio como Nadal y Federer mostraban su respeto y orgullo por compartir escenario con las leyendas del tenis, aquellos que con condiciones diferentes pero similar ambición, vivieron su gloria personal. En círculo más local, Badalona rindió homenaje a Alfonso Martínez, otro de esos pioneros de nuestro baloncesto, una de las estrellas de la década de los sesenta cuando el baloncesto comenzaba a latir y expandirse en nuestro país.

Ver a Rudy y los hermanos Gasol convertidos en estrellas universales fue emocionante. Aún más ver a Rudy con la camiseta de Fernando Martín. Muchos padres, entre ellos el que esto escribe, tuvimos que explicarles a nuestros hijos quien fue Martín. “Fernando Martín fue el primer español que jugó en la NBA y lo que hace Rudy es mostrarle su reconocimiento”. Una nueva lección a cargo de nuestros mejores deportistas. Un nuevo ejemplo de ese método impecable que necesita unir pasado, presente y futuro para seguir creciendo.

domingo, 8 de febrero de 2009

¿Cómo es el Curso de Entrenador Superior?

Llegan estas fechas en las que la nostalgia suele traicionarme y me lleva unos cuantos años atrás cuando tomé la decisión de inscribirme en el Curso de Entrenador Superior, una de las mejores y más valiosas experiencias que he vivido dentro del baloncesto.

Si alguien quiere ser entrenador de baloncesto tiene varias y diferentes razones para hacer el Curso de Entrenador Superior. Una, absolutamente práctica, como es la de obtener un título que te permitirá entrenar en cualquier categoría de ámbito nacional. Pero a ese objetivo por el cual muchos invierten tiempo y dinero se unen otras razones de tanto o más valor que en la mayoría de los casos se descubren una vez ya estás embarcado en ese viaje alucinante.

La inmersión en conocimientos que realiza el alumno es enriquecedora. El nivel y experiencia del profesorado, altísimo, los medios y metodología de la enseñanza, perfectamente estructurada. Doy fe del cariño, de la dedicación y profesionalidad de todos y cada uno de los responsables de los contenidos. Pero a estas dos razones expuestas anteriormente se une otra de todavía más valor: la convivencia entre auténticos enamorados del baloncesto.

Recuerdo como algo especial las clases maestras de Ricard Casas, de Paco García, de Michel Pérez Niz, de Moncho Monsalve o de Mario Pesquera… entre muchos más. Tengo presentes materias que me han ayudado posteriormente en mi modesto ejercicio de entrenador. Pero, fundamentalmente, guardo un especial recuerdo de mis compañeros y compañeras de promoción, de Borja Comenge compartiendo sus conocimientos de preparación física, de Joan Creus convertido en uno más de los ciento sesenta alumnos de ese curso, de mi inolvidable amigo Richi sufriendo como un condenado la víspera del examen definitivo, de Antonio Osuna dando el toque sereno a la tensión que aumentaba, de Jordi Ardevol aplicando su fina ironía, de Mauro aplicando su toque de psicología o incluso de los estelares Pablo Laso y Alberto Angulo trabajando en equipo con la misma vocación preocupación que el resto.

Voy escribiendo nombres y me van saliendo un sinfín que dejo de escribirlos no porque los haya olvidado sino porque la lista se haría interminable. Y mientras los recuerdo toma más fuerza la razón fundamental porque la que ese curso tiene un valor incalculable. La química que se crea durante los quince días de baloncesto en la residencia y en el aula, el chute de ilusión es tan fuerte que seguramente te acompañará el resto de tu etapa como entrenador/a.

Hablo con diferentes entrenadores superiores, conocidos y anónimos y todos coinciden en afirmar que esa experiencia ha quedado guardada de forma permanente en sus memorias. Todos empiezan a relatar respectivas anécdotas, recuerdos imborrables, clases memorables. Todos los que lo hemos hecho afirmamos que el enriquecimiento en conocimientos llega sin duda por lo que transmiten los profesores pero, sobretodo, por los improvisados debates de madrugada entre los compañeros y compañeras. Que suerte tenéis los futuros alumnos. Disfrutarlo.

domingo, 1 de febrero de 2009

Responsables de Comunicación (Triple Copa)


Fin de semana de Triple Copa Adecco LEB y éxito rotundo, incontestable, de asistencia, de atención mediática local, de implicación de instituciones, de contagio generalizado de ilusión. Desde hace años mis dos pasiones, comunicación y baloncesto, viajan de la mano y por eso cuando de pronto se produce un fenómeno como la Triple Copa en el que se implican de la manera tan decisiva como lo han hecho los Jefes de Prensa de los clubes y los medios de comunicación locales siento una especial satisfacción.

Felicidades y gracias a todos y cada uno de los responsables de comunicación de los clubes, anónimos en algunos casos, poco conocidos en otros, estelares en todos. Felicidades y gracias a los periodistas que siguen en día a día de los equipos LEBs, en ese trabajo muchas veces poco reconocido pero tan agradecido por los implicados. No hablamos de jugadores estrellas, ni del Barça o del Madrid pero hablamos de baloncesto, de ilusión, de crecimiento continuo, de objetivos de mejora, de retos individuales y colectivos.

Cada vez se reconoce más la importancia de los responsables de comunicación de los clubes y cada vez se valora más la información local. No se si ese reconocimiento además, se valora adecuadamente por parte de los “jefes” de los clubes pero lo único que puedo asegurar es que desde estas líneas y el que esto firma, sí quiero transmitir mi más sincera y humilde felicitación, sumándome a la que en feb.es hace públicamente el director deportivo de la FEB Ángel Palmi.