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lunes, 26 de enero de 2009

Fin de semana ilusionante

Durante estos días intento acercarme un poco más a los equipos implicados en la Triple Copa y, ya sea a través de sus entrenadores, directivos, jefes de prensa o incluso periodistas cercanos al equipo intento pulsar tanto los diferentes estados de ánimo de los participantes como el pulso de sus respectivas aficiones. Me acerco a las tres sedes, de Oro, Plata y Bronce.

Desde Tíjola me transmiten ilusión, sueños convertidos en realidad, esperanza de un futuro todavía por escribir, ambición por crecer desde la modestia haciendo realidad el milagro de llevar cerca de élite a una población de poco más de tres mil habitantes.

Desde Alicante percibo nostalgia por recuperar ese estatus de equipo grande y a la vez la necesaria humildad para recordar que no hace mucho en ese mismo pabellón donde se jugará la gran final de la Copa Príncipe ya se jugó otra anterior de la LEB, precisamente con el Melilla como campeón.

Desde Palencia recibo fuerza, sí fuerza de una ciudad identificada como nunca con un objetivo llamado baloncesto. Ambición por dar pasos adelante y llegar hasta donde están ciudades cercanas como Valladolid, Burgos, León… Si ellos están, ¿por qué no vamos a estar nosotros?

Será un fin de semana ilusionante, sí ilusionante. Porque esos equpos anfitriones y sus aficiones junto a sus rivales como Melilla, L´Hospitalet o Cantabria, dispuestos los tres a estropear la fiesta local, se convertirán en los protagonistas de nuestro baloncesto, en los triunfadores, en los héroes de la jornada. “Una final de Copa es el partido más bonito” repiten todos aquellos que la han jugado. Es un partido especial, un paso hacia la gloria porque para cada uno de nosotros la gloria está en la competición en la que participamos. Copa del Rey en la ACB, o la Triple Copa en las LEBs, todas ellas se convierten en el máximo objetivo de aquellos que las compiten.

martes, 20 de enero de 2009

Pep Guardiola



“Tú procedes del mundo de la cultura y yo del fútbol. Por favor, hazme caso en lo que te digo…” (Pep Guardiola a un periodista durante una rueda de prensa)

No suele suceder muy a menudo pero de vez en cuando se recibe del fútbol algo a tener en cuenta en el baloncesto y en muchos otros deportes profesionales. En los últimos meses me tiene bastante admirado el discurso del entrenador del Barcelona, Pep Guardiola. Creo que cada rueda de prensa suya se convierte en una lección de comportamiento profesional del entrenador en esa asignatura pendiente en los cursos que es la “relación con los medios”.

Creo que el entrenador profesional, sea de baloncesto o de fútbol o de cualquier deporte que tenga un seguimiento mediático, local o nacional, tiene la obligación de conocer también la asignatura no enseñada de “relación con los medios”. Se trata simplemente de contestar, con máxima corrección, con argumentos inteligentes y entendibles a todas y cada una de las preguntas que les formulen. Se trata de ofrecer una imagen estable, segura, educada y de tener la habilidad de utilizar los medios de comunicación para lanzar el mensaje que se considere más adecuado en cada momento destinado a su propio club, a sus jugadores, a los aficionados. Se trata de entender, cuestión de inteligencia, que los intereses de los medios no tienen porque coincidir necesariamente con los del entrenador y que la crítica, mal o bien intencionada, forma parte del entorno profesional.

“Claro, ganando, cualquiera tiene esas virtudes…” estará pensando alguno. Pues lo veremos cuando pierda, si es que pierde algún día, pero de momento Pep Guardiola, en mi opinión, está dando un ejemplo de esta materia tan poco estudiada y tan torpemente utilizada por algunos entrenadores. Y es que sigo pensando que los entrenadores de élite son los referentes para los que empiezan y por lo tanto tienen la responsabilidad de comportarse adecuadamente en la pista, o en el campo, y en sus compromisos profesionales.

Por cierto y siguiendo con Guardiola, me encantó como valoró la participación del Barcelona en la Copa del Rey, su ilusión por ganarla, por ser protagonista de la final, “uno de los partidos más bonitos que un deportista puede disputar”. Lo decía Guardiola, uno que como jugador ganó ligas y Champions, que podría ir de sobradete y que sin embargo no hace más que apelar a la humildad y el respeto para seguir triunfando como deportista. La ilusión, como tantas cosas, se contagia.

martes, 13 de enero de 2009

De Copas…

Cada uno jugará su Copa y para cada uno de los participantes esa competición tendrá un atractivo especial. Copa del Rey, Copa del Príncipe, Copa LEB Plata, Copa LEB Bronce… La pirámide de nuestro baloncesto permite crear espacios profesionales para sesenta y cinco entrenadores y más de cuatrocientos jugadores nacionales. España ofrece unas privilegiadas posibilidades para el desarrollo deportivo de alto nivel para muchos deportistas, técnicos, preparadores físicos…

Llegan las Copas, con formatos adaptados a las diferentes realidades de cada una de las competiciones. Un paréntesis en las cuatro competiciones, ACB y tres LEBs, en las que están inmersos sesenta y siete equipos, con sus más o menos modestas estructuras y aficiones. Interés local repartido por más de sesenta poblaciones distintas, interés general por el desarrollo global de nuestro baloncesto que además de lo que nos ofrece en casa, nos lleva cada madrugada al mundo de los sueños con nuestros ÑBA.

Un panorama favorable, mejorable seguramente en todos y cada uno de los espacios, en sus formatos, en sus estructuras internas y globales pero, fundamentalmente, un entorno que permite que aparezcan nuevos rostros en los banquillos y que nuestros jugadores, jóvenes y no tan jóvenes, vivan el baloncesto de elite o próximo a la elite con suficientes alicientes como para seguir creciendo.