Traduce este Blog a: Inglés Francés Alemán Italiano Chino

domingo, 23 de noviembre de 2008

Valores y utopía



“Nuestra única meta debe ser la de la utopía” (José Luis Sáez)

Pues sí, el equipo nacional de tenis, brillante campeón de la Copa Davis, vuelve a ofrecer un ejemplo más de la importancia de los valores esenciales en el deporte de élite. Extraordinaria exhibición colectiva de los jugadores, unidos en objetivo común de la victoria, solidarios con el compañero, con el adversario, implicados con el reto de superar todas las adversidades. Valores esenciales para competir a los que añaden la transcendencia del trabajo de los preparadores físicos, de los fisios, de los médicos y como no del “esquema” como definía la táctica uno de los componentes del cuerpo técnico del Equipo.

Por detrás del “banquillo” familiares implicados, un entorno de los propios jugadores aparentemente unidos en un solo objetivo. Desconozco las interioridades de la federación de tenis y seguro que como en todos lados habrá sus historias. Qué más da. La imagen que ofrece el deporte de élite, esta vez representado en el tenis, es el de un grupo de buenos deportistas sabiendo competir, siendo capaces de alcanzar la victoria y de saber ganar. La imagen que dan nuestros deportistas de élite es la de un Rafa Nadal alegrándose desde la distancia del éxito de sus compañeros quienes a su vez recordaban a él y otros compañeros que esta vez no estaban en la gran cita. Gente sana.

Sí, sí, insisto en los valores como vehículo imprescindible para triunfar. Insisto en la capacidad de nuestros líderes deportivos para transmitir ese ejemplo positivo del cual seguro se harán eco los jóvenes practicantes. Primero hay que ser deportistas integrales, después y como consecuencia, buenos jugadores en su especialidad. Siendo así siempre se gana, independientemente del resultado final.

Los jugadores con su esfuerzo, los entrenadores con su inteligencia a la hora de gestionar grupos y los directivos con su capacidad para impulsar proyectos lanzando mensajes ilusionantes.

No hay comentarios: