“Las reducciones presupuestarias tendrán como reacción obligada una inmediata mirada hacia nuestros jugadores con el consecuente beneficio para los jóvenes valores”
219 jugadores españoles nacidos en 1987 o después juegan en la liga EBA. Ahí está una de las grandes realidades de nuestro baloncesto, la enorme cantera del futuro de nuestras competiciones profesionales, la gran mayoría de jugadores jóvenes que han destacado en edades juniors y que viven su periodo transitorio hacia el baloncesto de alto nivel.
Las previsiones de cara a la próxima temporada hablan de importantes reducciones presupuestarias respecto a los sueldos de jugadores. En las competiciones LEB se impondrá aún más el modelo de jugador nacional, joven, con ambición, con deseo de recibir las oportunidades necesarias para dar el salto al baloncesto profesional. Esta temporada ya se ha incrementado el número de nacionales y ha bajado la media de edad. La tendencia seguirá en el futuro.
En la Liga EBA hay calidad, física y técnica. Hay jugadores de nivel con capacidad potencial para acceder a las categorías superiores y que sólo requieren de valentía por parte de quienes apuesten por ellos. Estamos hablando de casi un millar de jugadores de todas las generaciones. Ha llegado la hora de que los clubes conozcan la realidad de nuestro baloncesto, es decir, conozcan perfectamente qué jugadores tenemos y cuáles tienen capacidad para dar un salto hacia delante. Los responsables deportivos deben realizar una inmersión en la competición donde se mueven más jugadores jóvenes y detectar talentos nacionales, incluso locales.
No basta hablar de nombres, hay que detectar jugadores con proyección y puedo asegurar que en la EBA los hay. Las reducciones presupuestarias de la próxima temporada tendrán como reacción obligada una inmediata mirada hacia los nuestros con el consecuente beneficio para los jóvenes valores.
219 jugadores españoles nacidos en 1987 o después juegan en la liga EBA. Ahí está una de las grandes realidades de nuestro baloncesto, la enorme cantera del futuro de nuestras competiciones profesionales, la gran mayoría de jugadores jóvenes que han destacado en edades juniors y que viven su periodo transitorio hacia el baloncesto de alto nivel.
Las previsiones de cara a la próxima temporada hablan de importantes reducciones presupuestarias respecto a los sueldos de jugadores. En las competiciones LEB se impondrá aún más el modelo de jugador nacional, joven, con ambición, con deseo de recibir las oportunidades necesarias para dar el salto al baloncesto profesional. Esta temporada ya se ha incrementado el número de nacionales y ha bajado la media de edad. La tendencia seguirá en el futuro.
En la Liga EBA hay calidad, física y técnica. Hay jugadores de nivel con capacidad potencial para acceder a las categorías superiores y que sólo requieren de valentía por parte de quienes apuesten por ellos. Estamos hablando de casi un millar de jugadores de todas las generaciones. Ha llegado la hora de que los clubes conozcan la realidad de nuestro baloncesto, es decir, conozcan perfectamente qué jugadores tenemos y cuáles tienen capacidad para dar un salto hacia delante. Los responsables deportivos deben realizar una inmersión en la competición donde se mueven más jugadores jóvenes y detectar talentos nacionales, incluso locales.
No basta hablar de nombres, hay que detectar jugadores con proyección y puedo asegurar que en la EBA los hay. Las reducciones presupuestarias de la próxima temporada tendrán como reacción obligada una inmediata mirada hacia los nuestros con el consecuente beneficio para los jóvenes valores.